lunes, 22 de octubre de 2012

Periodismo, la realidad de mi vocación.


      Leemos periódicos, vemos los telediarios, escuchamos la radio y hasta seguimos en twitter y otras redes sociales toda la supuesta actualidad. Con eso nos sentimos sastisfechos y pensamos que hemos cumplido con la tarea de estar informados y creemos saber lo que pasa en el mundo. Pero la verdad difiere mucho de esta ilusión que los medios convierten en una realidad paralela, un mundo casi ficticio en el que ocurre lo que los medios quieren que ocurra, porque si hay algo que está probado, es que si algo no sale en los medios a efectos prácticos y sociales no ha ocurrido.

      Los medios de comunicación tienen el deber de informar acerca de todo lo que ocurre en el entorno próximo o más lejano de las personas, tienen una gran responsabilidad, la de cumplir objetivamente el cometido de comunicar qué ocurre y cómo ocurre, permitiendo que las audiencias puedan hacerse una idea clara y formarse una opinión propia acerca de cada acontecimiento publicado. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Los medios en muchas ocasiones cumplen la labor de desinformación, desde el primer paso a la hora de seleccionar las noticias y las informaciones, ya que al seleccionar entre unos hechos y otros ya están quitando o añadiendo importancia, hasta que llega el momento de comunicar esa información, ya que en raras ocasiones contextualizan los hechos y sucesos, además de darle el tinte ideológico que a ellos les interesa en cada momento, llegando a dar versiones totalmente distintas a la realidad.

      El Periodismo pasa así a ser una herramienta de poder en la sociedad en la que vivimos, una profesión que queda dependiente de empresas privadas que sólo miran los beneficios económicos sin importarle apenas las consecuencias que pueden llegar a traer la malversación a la hora de comunicar las informaciones.
Al decidir estudiar esta carrera ya me hacía una idea de cómo funcionaba este amplio mundo que abarca la comunicación, pero fue cuando empecé a estudiar Periodismo y cuando entré por primera vez en un medio cuando descubrí cómo funciona la realidad de esta profesión. Puede que por las circunstancias socio-económicas actuales, el Periodismo está atravesando una gran crisis, en la que muchas veces lo único que importa es que salga el periódico del día siguiente, o que el programa de radio se emita a gusto de las empresas que lo financian, para poder seguir en la lucha en la que están inmersos todo tipo de medios para poder salir adelante.

      Tal y como está el panorama parece una locura seguir con expectativas en esta ocupación, son muchos los profesionales de comunicación que me han dicho que no albergue esperanzas de trabajar como periodista en un futuro próximo, otros que dicen que “aún estoy a tiempo de dedicarme a otra cosa”, incluso he vivido desde dentro de un grupo editorial cómo han sufrido un ERE los trabajadores que se han dejado la piel año tras año sacando un periódico adelante y consiguiendo sacar a la calle todos los días un producto de calidad, simplemente porque ya no son rentables para esa empresa. Las plantillas se han visto reducidas a la mitad, ahora se consulta más a las agencias, la información no es conseguida de primera mano y los periodistas tienen una carga laboral doble ya que se han quedado casi sin compañeros, por lo que la calidad a la hora de comunicar y transmitir se ve afectada sin más remedio. Al ver a verdaderos profesionales echados a la calle, con una trayectoria impecable y de los que tanto he aprendido, me he estremecido al preguntarme qué será de las nuevas generaciones que estamos terminando la carrera. Pero por otra parte, ver todo esto, y haberlo vivido desde una perspectiva cercana me ha hecho afianzarme en la idea de que tengo que luchar por lo que creo, por el verdadero Periodismo, por esa vocación a la que siempre me he querido dedicar.

      Desde sus inicios el Periodismo ha sido una profesión que se ha mantenido viva, cambiante, adaptándose en cada momento e innovando según los medios y soportes. Así pues, ahora estamos en plena era digital, en la que el periodismo aún está amoldándose a los cambios que esta nueva plataforma conlleva, puede que no sea tarea fácil, y que si le añadimos las circunstancias actuales el problema se agrava aún más. Pero siempre ha habido periodistas que han luchado por los principios de la veracidad y la objetividad, ejemplos a seguir que sirven como motivación de que se debe luchar por lo que se cree. Puede que no sea un camino fácil y siendo realistas es muy probable que toda esta gran estructura de poder siga intacta, pero siempre que haya una posibilidad de aportar un granito de arena para mejorar esta situación será motivo suficiente para seguir adelante.

1 comentario:

  1. Leyendo esto, me reitero afirmando la garantía de tu éxito como verdadera amante del Periodismo. Tienes TODO mi apoyo.

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